Arrebatos de Venus al desnudo

Antes de la liberación, estaban censuradas las relaciones sexuales que no fueran orientadas estrictamente a la procreación.

Arrebatos de Venus al desnudo, de Sandra Flores Tejedora de Letra, muestra la entrega a la libertad de acción, palabra y pensamiento por la que generaciones han luchado. El erotismo, que aun ahora cae en el juicio cuando emana de la pluma de una mujer, se ve de manera natural mediante el decir poético de nuestra autora.

Sin ritmo no hay poema, dijo Octavio Paz.

Pero en este sensible, romántico y erótico poemario, el ritmo se manifiesta en cada línea que lleva a la unicidad de cuerpo y alma en el acto sexual-romántico, latente en todos sus poemas.

El uso del tiempo poético, en el que el pasado se recorre una y otra vez, da lugar a metáforas que, con rima asonante o sin ella, llevan musicalidad y ritmo. La seducción a través de la palabra, la creación de imágenes, la evocación y al mismo tiempo la certeza de la repetición presente y futura, hacen de Arrebatos de Venus al desnudo una obra poéticamente valiosa.

El lector agradecerá, al igual que yo, esta licencia que Sandra se da de ser.

Irma Elvira Tamez García
Viajera sin Rumbo